La estrella de la natación adaptada
En la Segunda Jornada de Natación Adaptada 2017 que tuvo lugar en Martorell, estuvo como participante Miguel Luque, quien se considera una promesa del deporte. Desde sus doce años practica natación y ha logrado ser tres veces campeón del mundo.
Luque nació en Parets del Vallès, y actualmente ha conseguido juntar varias medallas de oro, plata y bronce. Gracias a esto, el ayuntamiento se su pueblo natal ha hecho un homenaje como gesto de admiración hacia él, dando su nombre a la piscina municipal de esta localidad, “Piscina Municipal Miguel Luque”.
Para Miguel, la natación adaptada es un ejercicio terapéutico, el cual le ha ayudado a su rehabilitación, al igual que a su desarrollo en la vida diaria; es una persona más independiente gracias a este deporte, aunque tiene como meta principal vivir feliz al lado de su familia y gozar de una buena calidad de vida.
Luque nos cuenta que después de ganar la medalla de Oro en el año 2000 con la categoría SB3, su vida tuvo cambios importantes; para él, la natación pasó de ser su hobby, y se convirtió en una pasión, pues siendo campeón del mundo y paralímpico, sintió la responsabilidad de esforzarse más para obtener otros triunfos.
En su trayectoria deportiva destacan las medallas conseguidas en los últimos 5 Juegos Paralímpicos: oro en Sídney 2000 (Australia), oro en Atenas 2004 (Grecia), bronce en Pequín 2008 (China), plata en Londres 2012 (Reino Unido), y plata en Río de Janeiro 2016 (Brasil).
Descubrimos que este apasionado nadador, no solo tiene una vida profesional en la natación adaptada, pues en el ámbito personal dedica su tiempo libre a descansar y sobretodo a disfrutar de sus platos favoritos; el marisco y la carne a la brasa.
Para Miguel Luque su hijo Sergio es motivo de inspiración para seguir esforzándose en darle un ejemplo de vida. El nadador comenta una anécdota de cuando su hijo estaba pequeño: “Yo lo sentaba en la silla de ruedas, y los amiguitos le preguntaban: ¿Qué le pasa a tu papá? y el niño siempre respondía: “a mi papá no le pasa nada”.
Para el deportista su mejor regalo es su hijo, quien expresa: “Mi mayor felicidad es ver a mi hijo feliz”, siendo esta frase, una prueba de amor hacia su retoño.