Personas con discapacidad o movilidad reducida que buscan mayor movilidad independiente
Las personas con discapacidad o movilidad reducida necesitamos la proximidad de nuestros familiares. Aunque tengamos a nuestra disposición una silla de ruedas eléctrica que nos aporte más accesibilidad a los sitios y movilidad de forma independiente, el apoyo de nuestros seres queridos es imprescindible. Nuestra salud puede tener altibajos que no sabemos gestionar de la mejor manera por la situación provocada por nuestro estado, pero con nuestros familiares todo se vuelve más sencillo y llevadero.
Consejos para familiares de personas con discapacidad o movilidad reducida
A veces nos cuesta decidir si los usuarios de productos ortopédicos o de movilidad somos los que más padecemos las complicaciones o si son los seres queridos que nos ven a diario movernos con dificultades. Nuestra necesidad de apoyo humano es total, debemos reconocerla humildemente y valorarla. En cualquier caso, debemos participar para que puedan ayudarnos.
Atención ante las necesidades de accesibilidad viajando en silla de ruedas
El primer consejo que debemos darle a nuestros acompañantes es el de estar atentos a nuestras necesidades. Si tenemos una silla eléctrica, obviamente vamos a tener muchas más oportunidades de prescindir de ayuda externa. La dependencia es mucho mayor con una silla de ruedas de estilo manual. Siempre que esté en nuestras manos, debemos verbalizar nuestras necesidades sin malestar. Cuando no sea posible, nuestros familiares deben esforzarse y adelantarse a nuestras necesidades en la silla.
Algunos trucos claves para esto:
- Ayudarnos a cambiar de postura.
- Subirnos o bajarnos de la acera.
- Darse cuenta de que el camino está bloqueado para el espacio que necesitamos (obras, coches mal aparcados) y advertirnos a tiempo.
Disponibilidad permanente y absoluta
Aunque nos pueda resultar difícil de asimilar, tenemos que disponer de una atención constante y absoluta cuando estamos sobre una silla de ruedas. Igual no necesitamos ayuda en todo momento, pero debemos tener la posibilidad de pedir auxilio. Obviamente, dependiendo de nuestro estado de salud, podremos estar a solas en una habitación o incluso en casa, pero siempre comunicados y sabiendo que tendremos a un familiar que nos coja el teléfono. Podemos ser felices y tener una vida plena con nuestra familia.
Riesgos para los que vamos en silla de ruedas
Salir de casa arreglados para nosotros es difícil porque fuera, las condiciones climáticas por ejemplo, pueden variar. Si llevamos a un familiar que esté pendiente de nosotros, se dará cuenta de que es posible que nos sobre la chaqueta o que no llevemos abrigo suficiente. Entonces, nos ayudará a estar cómodos, abrigados y evitar resfriados. En el fondo, es una manera de sentirnos queridos como cualquier persona. También podemos necesitar que nos sostengan un paraguas.
Las personas con discapacidad o movilidad reducida necesitamos ayuda. Debemos reconocerlo y disfrutar las ayudas de nuestros seres queridos.