Tratamientos para la distrofia muscular

La distrofia muscular, a diferencia de lo que se suele creer, no es una enfermedad. En realidad, se trata de un conjunto de estas que ocasiona pérdida de masa muscular y debilidad en el movimiento. Por suerte, en la mayoría de los casos, es posible mantener una determinada calidad de vida. Para ello, en este artículo le mostraremos tratamientos para la distrofia muscular.

Cirugía correctiva para las complicaciones

En ciertas ocasiones, los pacientes pueden presentar un pronóstico más propenso a una evolución rápida. Puede estar motivado por la agravación de contracturas, lo que puede oprimir los nervios de las articulaciones. Lo más habitual, dentro de los métodos quirúrgicos, es la liberación muscular o tendinosa.

Si hay un punto negativo de esta opción, es que puede acabar debilitando el músculo. Debe tener en cuenta que implica cortar una sección del músculo o un tendón, para posibilitar el movimiento.

Farmacología para retrasar su evolución

Con el objetivo de minimizar el impacto que este grupo de enfermedades tiene en el tiempo, la farmacología parece ser una alternativa bastante recomendable. Su médico le puede prescribir algunos medicamentos:

• Corticosteroides: para mantener la fuerza en los músculos y retrasar el deterioro en ciertas clases de distrofia.

• Antiespasmódicos: intervienen en la médula espinal para atenuar las señales de contracción muscular.

• Inmunosupresores: con el fin de disminuir el daño a las células más afectadas de ciertas zonas del cuerpo.

• Antiepilépticos: permiten controlar las convulsiones que dan al intentar mantener el control de la movilidad.

Obviamente, el medicamento más recomendado para usted dependerá del tipo de distrofia y de su grado. Este será determinado por el especialista, después de someterle a un examen médico.

Terapias complementarias para la distrofia muscular

El estiramiento pasivo es una de las terapias que más se utilizan como complemento de los métodos anteriores. Uno de los ejercicios más habituales consiste en forzar el movimiento de un músculo y mantenerlo durante 30 segundos. Hay otros ejercicios que pueden efectuarse en rehabilitación, tanto en el posoperatorio como sin haberse sometido a cirugía.

Respecto a la postura, un terapeuta puede trabajar con usted para recomendarle formas de sentarse y acostarse. Esto es esencial para evitar que a la propia rigidez muscular se le añadan los dolores propios de malas colocaciones.

Fisioterapia para fortalecer los músculos

La fisioterapia es una dinámica que combina las terapias complementarias con el trabajo de un fisioterapeuta. Lo que se busca es fortalecer lo máximo posible los músculos, para prevenir su rápido deterioro. Incluso, en muchos casos, es posible incrementar la movilidad y flexibilidad de las articulaciones.

Como ha podido comprobar, el tratamiento para la distrofia muscular es una opción primordial. El objetivo más relevante es garantizar que la persona mantiene cierta calidad de vida. Esto, acompañado de la terapia psicológica, puede ser vital para afrontar esta cuestión.