Alimentación de las personas con discapacidad o movilidad reducida

Las personas con discapacidad o movilidad reducida deben cuidar su alimentación y adaptarla a su situación particular. En este sentido, han de tener un control sobre la cantidad, la calidad y la variedad de los propios alimentos. En este post queremos explicar cómo llevar una dieta saludable si una persona va en silla de ruedas o scooter.

¿Deben llevar una dieta diferente las personas con movilidad reducida?

Uno de los factores principales que debemos tener en cuenta es la disminución de la actividad física, lo que conlleva una reducción del gasto energético. En estos casos, comer comida en exceso puede suponer un mayor aumento de peso y un problema para la salud. A la hora de controlar el apetito, es de vital importancia el consumo de carbohidratos que sean complejos. Estos se absorben de una manera más lenta, ya que nuestro organismo debe realizar un mayor trabajo para poder digerirlos.

De esta forma, liberan energía por un mayor período de tiempo y nos ofrecen una mayor sensación de saciedad. Algunos ejemplos de alimentos que contienen estos carbohidratos son el pan y los cereales integrales, las legumbres (lentejas, garbanzos, etc.) y los vegetales.

Alimentos no recomendables

En cambio, debemos evitar a toda costa el consumo de hidratos de carbono que sean simples, como el azúcar, la mermelada, el pan que no sea integral o el arroz blanco. Este tipo de alimentos son de absorción rápida, y por tanto, si no se queman rápidamente, se convierten en grasa corporal.

Además, el estreñimiento es otro de los problemas que pueden aparecer. Al tener un menor desplazamiento, también se reducen los movimientos intestinales. Para paliar este déficit, es fundamental tomar fibra y mucho líquido.

La fibra, además de ser uno de los principales carbohidratos complejos, tiene la particularidad de que pasa totalmente intacta por todo el aparato digestivo. De esta forma, consigue aumentar el volumen y la consistencia de las heces. Un consumo adecuado serían cinco piezas de frutas o vegetales frescos al día.

Sin embargo, si no ingerimos la cantidad suficiente de agua, el consumo de fibra puede ser contraproducente. Por este motivo, es recomendable tomar alimentos que contengan en su composición, al menos, un 90 % de agua (sandía, lechuga, piña...).

Salir a tomar el aire también es muy importante

Además de una buena dieta, es fundamental salir al exterior para respirar aire más limpio, liberar tensiones y gozar de una mayor independencia. En este sentido, lo más adecuado es el uso de sillas eléctricas.

En conclusión, las personas con discapacidad o movilidad reducida son una parte importante de la sociedad, por lo que debemos respetarlas, ayudarlas y estar a su lado. Cuidar de su salud y de su dieta es una de las mejores formas de conseguir la inclusión.