Terapia con delfines para niños con movilidad reducida
Hacer terapia con delfines es un tratamiento con múltiples beneficios para niños con parálisis cerebral. Una de las consecuencias de esta patología es tener movilidad reducida, por esta razón se requiere que las personas utilicen una silla de ruedas para su desplazamiento.
Dentro de los beneficios de esta terapia, está el obtener activación motriz y buenos resultados físicos ya que el niño puede lograr una mejora en su movilidad. A demás relajan los músculos contraídos por la postura constante en la silla de ruedas.
Esta actividad conocida como Delfinoterapia, también ofrece beneficios para niños con trastornos infantiles, como el autismo, el síndrome de down, retraso psicomotor, esquizofrenia, microcefalia y espina bífida. Los resultados positivos a estos trastornos son la comunicación, el lenguaje verbal, mejora de aprendizaje y memoria, favorece la interacción social, corrige problemas de conducta, sueño, apetito y peso.
En todos los casos, la terapia con delfines ayuda a que los niños con diversidad funcional, tengan reducción de estrés, ayuda a la tensión, mejora el sistema nervioso y además controla el miedo de los niños; esto es gracias a las ondas ultrasónicas que emiten estos animales.
La terapia con delfines puede ser aplicada a personas de diferentes edades, lo habitual es entre 2 a 50 años. El tiempo recomendó es por un periodo de quince días con sesiones entre 35 a 45 minutos donde los niños interactúan a través del nado, el juego y las caricias. De pendiendo de las necesidades de cada niño, se define el tiempo de descanso para repetir el procedimiento.
¿Por qué los delfines ayudan a mejorar ciertas patologías?
Los delfines son animales que debido a su capacidad intelectual han sido comparados con los seres humanos ya que tiene ciertos comportamientos parecidos en cuanto a relaciones sociales, por ejemplo, ellos copulan por placer y no sólo para reproducirse, también actúan muy similar en la protección de las crías, el convivir machos y la maternidad. En EEUU hay un estudio del científico David Cole, quien ha formulado la hipótesis donde atribuye al sonido del delfín frecuencias ultrasónicas que estimulan al sistema nervioso central del paciente, lo que estimula la liberación de hormonas ligadas a la relajación y mitigación del dolor (como por ejemplo las endorfinas).
Está demostrado que los delfines tienen una gran sensibilidad adecuada para los niños y niñas con discapacidad y sus ondas ultrasónicas ayudan a los niños para tener una mejor conexión entre las neuronas, además incentivar el buen funcionamiento de los hemisferios cerebrales lo que provoca que estén más concentrados.
Según la especialista Ana Canoushka, los delfines pueden comunicarse entre ellos de manera fluida mediante conversaciones complejas que indican todo tipo de situaciones, como el peligro, la tranquilidad incluso discusiones. También pueden transmitir frases y emociones a través de su sonido.
Por otro lado, también hay un estudio en progreso que muestra como estos inteligentes mamíferos del mar reciben y transmiten señales de sonido capaces de afectar la doble hélice genética usan biotecnología natural.
En este tratamiento participan diferentes profesionales, como terapeutas, entrenadores y veterinarios los cuales trabajan en conjunto con una misma misión, el bienestar de los pacientes. Incluso los d
Algunos centros trabajan no sólo practicando con el niño y el delfín, sino también con la familia, pues han conseguido cambios significativos cuando todos apoyan en equipo.