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El papel de la familia en la vida de personas con movilidad reducida o discapacidad

Para cualquier persona, la familia supone el primer entorno donde aprende a desenvolverse. Mediante la interacción con los padres, hermanos o abuelos, se forma el carácter y los valores de una persona.

Es importante que en las familias donde se encuentren personas con discapacidad, se promuevan ciertos aprendizajes positivos para que la participación posterior en la sociedad sea satisfactoria y correcta.

No todas las personas son iguales. Diversidad e inclusión

La convivencia con personas con discapacidad o movilidad reducida, hacen que los miembros de una familia aprendan a aceptarse, siendo flexibles y tolerantes. De esta forma, se enseña a que la diversidad y la inclusión son dos términos muy presentes en la sociedad.

Además, los responsables de los menores son los encargados de potenciar la autoestima de estos últimos si tienen alguna discapacidad, enseñándoles que pueden llegar tan lejos como quieran.

Es importante evitar los negativismos, como por ejemplo “eso no puedes hacerlo, “déjalo, mejor lo hago yo”, etc. El apoyo es fundamental y por ello es mejor utilizar expresiones como “no te riendas” o “inténtalo una vez más”.

¿En qué puede ayudar la familia a un miembro con discapacidad?

La familia puede desempeñar un papel muy importante en la vida de una persona con movilidad reducida o discapacidad. Algunas de las formas en las que la familia puede apoyar a una persona con discapacidad incluyen:

  • Cuidar a la persona: Esto puede incluir ayudar con la higiene y el cuidado personal, proporcionar transporte a citas médicas y otras actividades y asegurarse de que la persona tenga acceso a los servicios y recursos necesarios.
  • Proporcionar apoyo emocional: La vida con una discapacidad puede ser desafiante y a veces frustrante. La familia puede brindar una red de apoyo emocional y estar disponible para hablar y brindar consuelo cuando sea necesario.
  • Ayudar a la persona con discapacidad a mantener su independencia: Dependiendo de la discapacidad, la familia puede ayudar a la persona a mantener su independencia al brindar apoyo y asistencia con actividades diarias, como vestirse, cocinar y hacer compras.
  • Promover la participación social: La familia puede animar a la persona con discapacidad a participar en actividades sociales y comunitarias y asegurarse de que tenga acceso a ellas.

La familia puede desempeñar un papel vital en el cuidado y el apoyo a una persona con discapacidad, proporcionando una red de apoyo y ayudando a la persona a mantener su independencia y participación en la comunidad.

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